Habíamos llegado dos días antes a Osaka, aunque no fue hasta nuestro noveno día del viaje que nos dispusimos a conocer la ciudad durante el día. Creo que fue todo un acierto combinar la visita a Osaka con otras como Nara o el castillo de Odawara, ya que la ciudad se disfruta mucho más al caer la tarde. Sin embargo, quisimos guardar también una mañana y parte de la tarde para conocer algunas atracciones que solo pueden visitarse durante el día, como algunos templos y santuarios, así como su imponente castillo.


1. Santuario Namba Yasaka. Antes de dirigirnos al centro de la ciudad, pasamos por este interesante santuario sintoísta. La visita dura apenas 15 minutos, pero vale mucho la pena acercarse para ver su impresionante edificio con forma de cabeza de león. Nuestro airbnb estaba apenas a cinco minutos andando, pero si te alojas en otra zona de la ciudad, tal vez te convenga más visitarlo el día que vayas a Dotonbori.


2. Castillo de Osaka. Como la mayoría de castillos japoneses, el de Osaka ha sido destruido y reconstruido en varias ocasiones desde su edificación en 1583. La última reconstrucción de la torre principal data de 1931 y, sorprendentemente, no sufrió daños durante la guerra.


Desde la parada de Osakajokoen, el camino a pie es muy agradable ya que se cruza prácticamente toda la parte este del parque del castillo, donde se encuentra el Citizen’s Forest. Antes de cruzar la puerta Sakuramon es interesante visitar el santuario Hokoku, cuya entrada está marcada por un bonito torii de piedra.


Desde la plataforma de observación se tienen unas bonitas vistas al parque y a la ciudad de Osaka, aunque sinceramente creo que la entrada al castillo es algo prescindible si vas con el tiempo justo, ya que hoy otros miradores gratuitos más interesantes en la ciudad. El castillo acoge también una exposición con una gran variedad de artefactos y documentos que datan del periodo en el que se construyó el castillo, que nosotros vimos bastante por encima, la verdad. Los dos puntos más fotogénicos desde donde inmortalizar el castillo son el jardín japonés y el puente Gokurakubashi.



3. Shinsekai. Este barrio, cuya traducción al español significa "nuevo mundo", fue inaugurado con la reconstrucción de la torre Tsutenkaku, símbolo y elemento central de la zona. Sus calles adyacentes fueron entonces remodeladas tomando como referencia dos ciudades: París en la zona norte y la isla neoyorquina de Coney Island en la zona sur. La torre fue inicialmente construida en 1912 como parte de un parque de atracciones, pero en 1943 sufrió un grave incendio y su acero fue empleado como armamento durante la Segunda Guerra Mundial. Su reconstrucción tuvo lugar en 1956 gracias a la compañía Hitachi, con el apoyo del ayuntamiento de Osaka, pasando de los 64 metros iniciales a los 103 que mide actualmente.


Alrededor de la torre encontrarás multitud de cafeterías y restaurantes con llamativas decoraciones, carteles y luminosos. La comida más característica de la zona son las brochetas empanadas o kushikatsu. Nosotros comimos de maravilla en Kushikatsu Daruma Shinsekai Sohonten, famoso por la estatua de un hombre enfadado y con los brazos cruzados, en cuyas manos sostiene dos brochetas.


4. Templo Shitennoji. Con más de 1.400 años de historia, se trata de uno de los lugares de culto más antiguos de la ciudad de Osaka. Fundado por el príncipe Shotoku Taishi, uno de los precursores de la introducción del budismo en Japón, el complejo incluye varios edificios, pabellones y estanques. Las puertas Nandaimon, Higashionomon y Nishinomon sirven de acceso desde el sur, el este y el oeste respectivamente. Justo antes de la puerta Nishinomon se debe cruzar un robusto torii de piedra conocido como Ishi-No-Torii.


Muchos de los pabellones son de acceso gratuito, pero para visitar los tres edificios centrales (el pabellón Kodo, el pabellón Kondo y la pagoda de cinco pisos) así como el jardín Gokurakujodo hay que pagar entrada. Nosotros nos conformamos con dar una vuelta a la parte exterior del recinto que no defraudó en absoluto.


5. El parque Tennoji es el parque más grande de toda la ciudad. Si entras por el norte te encontrarás en primer lugar con el estanque Kawazokoike; esta zona es la parte más alta del parque y alrededor de ella tuvo lugar una conocida batalla entre los clanes Tokugawa y Toyotomi en 1614. Desde allí fuimos caminando hasta el jardín Keitakuen, un bonito jardín tradicional del periodo Meiji.

6. Abeno Harukas. Construido entre 2010 y 2014, el Abeno Harukas es el rascacielos más alto de la ciudad y del país. En las tres últimas plantas se encuentra el mirador Harukas 300, aunque también se puede acceder a un mirador gratuito en la planta 16. Imaginamos que las vistas mejoran cuanto más se suba, aunque desde la terraza al aire libre del piso 16 se puede disfrutar de unas buenas vistas de la ciudad en un ambiente muy agradable, rodeado de vegetación.


El edificio acoge también un enorme centro comercial y numerosas cafeterías. Tras tomar un rico y reconfortante matcha nos dirigimos a la estación de Osaka para coger un tren que nos llevaría al último destino del viaje, Kioto. Nuestras mochilas estaban ya en la estación, pues por la mañana lo primero que hicimos tras la visita a Namba Yasaka fue ir para allá y dejarlas en unas taquillas. Era algo que ya habíamos hecho en Odawara y que haríamos también en Kioto, muy recomendable para días en los que tienes que dejar la habitación temprano o para visitar algún lugar de paso entre una ciudad y otra. En todas las estaciones de Japón hay muchísimas taquillas de diversos tamaños así que no dudes en utilizarlas si así aligeras tus planes.


El trayecto desde la estación central de Osaka a Kioto es de aproximadamente 45 minutos. Nosotros llegamos como a las 7 de la tarde y fuimos directamente al hotel, que estaba ubicado en la zona de Shijo Omiya. Tras descansar un poco buscamos algún local cerca para cenar y por casualidad dimos con Gyoza no Ohsho Shijo Omiya, donde cenamos genial por un precio bastante económico. Muy recomendable si te encuentras por la zona.