Tuvimos nuestras dudas de si incluir San José o no en nuestra ruta costarricense, y es que muchos viajeros se saltan la capital para disfrutar de los numerosos e impresionantes enclaves naturales que ofrece el país. Finalmente decidimos pasar nuestro último día del viaje allí y, tras visitar la ciudad, no nos pareció un destino imprescindible, aunque tiene lugares realmente interesantes y he de reconocer que, tras casi dos semanas en pequeños pueblos de montaña, agradecí el bullicio y la gente.


Día 13:

Llegamos a San José alrededor del mediodía y, tras dejar las cosas en el hotel, comimos algo allí cerca. En la capital nos hospedamos en el Hotel Kekoldi, un sencillo y cómodo hotel entre el barrio Amón, repleto de galerías de arte contemporáneo, restaurantes y hoteles en antiguas casas coloniales, y el centro, donde se concentran la mayoría de puntos de interés.

1. Teatro Nacional (Av. 2 entre calles 3 y 5). La joya de San José. En el lado sur de la plaza de la Cultura, este bonito edificio de finales del siglo XIX responde al estilo neorrenacentista. Tras su fachada de estilo neoclásico alemán se esconden diferentes salas repletas de bonitas esculturas y pinturas. El mármol del suelo fue traído desde Carrara y sus lámparas de bronce recuerdan cuando, en 1884, San José se convirtió en la tercera ciudad del mundo en contar con iluminación eléctrica, tan solo por detrás de Nueva York y París. En el techo de la escalinata central destaca la Alegoría del Comercio y la Agricultura de Costa Rica, una obra de un artista italiano que nunca pisó Costa Rica, algo que se aprecia en los muchos errores plasmados en el lienzo. Al final de las escaleras nos encontramos con el Foyer, un elegante salón de estilo rococó donde los asistentes al teatro se encontraban en los intermedios de los espectáculos. La entrada al Teatro Nacional incluye una visita guiada, que se realiza a cada hora en punto. También tiene una cafetería muy bonita.



2. Mercado Central (Av. Central entre calles 6 y 8). Subiendo la avenida Central hacia el oeste se llega al Mercado Central de San José, donde se pueden encontrar desde vendedores de especias y café artesanal hasta tiendas de regalos y souvenirs.


3. Cervecería artesanal Stiefel (Av. 7). Tras pasear por el centro de la ciudad y descansar un poco en el hotel, nos dirigimos a esta cervecería para probar alguna de sus cervezas artesanales, todas producidas en Costa Rica. Los camareros son muy amables y te aconsejarán según tus gustos, además se pueden pedir en pequeños vasos tipo caña, a modo de cata. Nos gustaron mucho tanto la música que sonaba como el propio local, ubicado en una bonita casa colonial de los años 30.

4. Restaurante Olio (Calle 33). Ubicado en el barrio Escalante, conocido como el epicentro gastronómico de la ciudad, este restaurante de aires mediterráneos sirve ricas tapas para compartir.

Día 14:

Llegamos a nuestro último día del viaje. El avión salía a las seis de la tarde, por lo que aprovechamos la mañana para conocer de primera mano la historia de Costa Rica y comer algo rico antes de dirigirnos al aeropuerto.

1. Museo Nacional de Costa Rica (Cuesta de Moras). Ubicado en el antiguo Cuartel Bellavista, este último pasó a manos del museo cuando el ejército se abolió como una institución permanente. Se accede por un bonito atrio acristalado que alberga un jardín de mariposas. La colección incluye objetos precolombinos, artefactos coloniales y de la primera época republicana. Uno de los más valiosos es la pluma con la que José Figueres Ferrer firmó la Constitución de 1949, que incluía la abolición del ejército.

2. Café de los Deseos (Calle 15). Se trata de un acogedor y colorido café en el barrio de Goya que sirve sencillos pero ricos platos como hamburguesas, tacos y empanadas. También tienen una interesante carta de cervezas artesanales.