Para el último día en Viena habíamos reservado la visita a algún museo por la mañana y, por la tarde, un paseo tranquilo a lo largo del Flohmarkt (el tradicional mercado de las pulgas) y del distrito 7, un barrio con bastantes cafeterías, tiendas y restaurantes.

1. MuseumsQuartier. En apenas unas pocas manzanas se encuentran muchos de los museos más importantes de la ciudad: Leopold Museum, Kunsthalle Wien o el museo de arte moderno mumok. Aunque no queráis visitar ninguno de ellos vale la pena adentrarse en el complejo, asentado en las antiguas caballerizas reales. Es especialmente interesante en días soleados, ya que en el enorme patio interior que conforman todos sus edificios se junta mucha gente para disfrutar de las buenas temperaturas en unas curiosas y coloridas tumbonas modulares de plástico. Además, si investigas un poco a través de sus galerías, encontrarás algunas vitrinas con exposiciones abiertas al público, como los pabellones denominados quartier21, donde se expone el arte y el diseño más actual. Después de la vuelta de rigor, decidimos entrar al mumok que era, bajo mi punto de vista, el más interesante junto al Leopold Museum. Éste último contiene la mayor colección en el mundo de Egon Schiele, pero como ya habíamos visto gran parte de su obra (y de otros artistas modernistas) en el Belvedere, preferimos decantarnos por el arte más reciente. La colección permanente del mumok incluye obras de Joseph Beuys, Jean Tinguely, Man Ray, Rosemarie Trockel, Gordon Matta-Clark o Marina Abramovic. Se puede visitar tranquilamente en una mañana, ya que tampoco es demasiado grande, y sus exposiciones temporales suelen ser también bastante interesantes.  



2. Flohmarkt (Linke Wienzeile). A menos de 10 minutos a pie se celebra cada sábado el tradicional mercado de antigüedades y objetos de segunda mano de la ciudad de Viena. Se sitúa en la Linke Wienzeile, entre las calles Kettenbrückengasse y Nashmarkt, y está abierto hasta las 18h.


3. Distrito 7. Justo detrás del MuseumsQuartier encontramos el distrito 7 de Viena, también denominado Neubau o Spittelberg. Es el barrio perfecto para tomarte un café o una cerveza y alargarlo hasta la noche, ya que cuenta con una amplia oferta de restaurantes. Tiene también algunas tiendas interesantes, aunque no debes perder de vista que en Austria cierran a las 18h de la tarde. Park (Mondscheingasse 20) es una tienda de diseño tanto austriaco como internacional; en ella encontrarás desde ropa y accesorios hasta muebles o bicicletas. En Fröhlich (Zieglergasse 68) podrás probarte originales y cómodos diseños hechos a mano. Por último, los amantes del vinilo tienen una parada obligatoria en Sing Sing (Neustiftgasse 19). Para tomar una cerveza artesanal puedes dirigirte a 7 Stern Bräu (Siebensterngasse 19), donde fabrican la suya propia. También tienen una carta de productos vieneses interesante (con raciones abundantes y económicas), pero no podría asegurar que esté bueno ya que fuimos a mitad de tarde por el reclamo de la cerveza artesanal. A lo largo de la Burggasse también hay muchas terrazas chulas donde sentarte a tomar algo si el tiempo acompaña, como la que probamos otro día: Espresso (Burggasse 57). Para cenar fuimos a Zu ebener Erde und Ertser Stock (Burggasse 13), un local muy clásico en la decoración pero con un menú bastante rico, donde probamos el tradicional Wiener Schnitzel (o, lo que es lo mismo, cómo convertir un filete empanado en el plato típico de un país). Seguramente había platos con más sabor en la carta, pero a veces en los viajes uno termina decantándose por lo más típico, por aquello de: no debes irte de Viena sin haber probado su Schnitzel.

Otro producto típico que deberías probar durante tu visita a Viena (este sí que sí) es la tarta Sacher. Si también has leído la guía completa de Budapest, sabrás que visitamos las dos ciudades en el mismo viaje. Fuimos al típico café vienés la tarde que llegamos de Budapest, por eso no hay un día específico en esta guía de Viena donde lo haya reseñado hasta ahora, ya que es la continuación del día 3 que empezamos en la capital húngara. Lo malo es que ahora no recuerdo exactamente por cuál nos decantamos, ya que teníamos varios anotados y no sé cuál fue el que escogimos finalmente, aunque creo que fue Schwarzenberg. De todos modos, cualquiera de ellos se me antoja hoy como un lugar estupendo para pasar una tarde tranquila saboreando esa increíble tarta de chocolate acompañada de un café o un té: Café Sperl (Gumpendorfer Strasse 11), Café Schwarzenberg (Kärntner Ring 17), Café Central (Herrengasse 14), Demel (Kohlmarkt 14) o Café Sacher (Philarmonikerstrasse 4). Guten Appetit!